Después de que Stephen King dijera que
McDowell era su ídolo pensaba que me iban a dar
mucho miedo y no me iban a gustar. Pero no.
Es una narrativa sin pretensiones pero algo
tienen esas grandes sagas familiares que
funcionan. En este caso probablemente sea el
contraste entre lo sobrenatural y un pueblo
(perdido) de Alabama en 1919.
La parte matrialcal que están alabando tanto
últimamente está, pero hay que decir que de
momento las deja a todas bastante de arpías.
Me gusta mucho el concepto de novela por
fascículos. Leeré el siguiente y seguiremos
informando.
PD: Puede que lo preciosas que son las portadas
tuviera algo que ver con que me decidiera a
leerlos.
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